Una comisaría de policía de Busan, Corea del Sur, no solo es el centro de operaciones de los oficiales de la ciudad, sino que también se convirtió en el hogar de una camada de felinos, desde que una gata embarazada decidió quedarse para siempre.
Los agentes de policía ya habían visto a la gata sin hogar deambulando por la estación, pues desafortunadamente, un accidente automovilístico los había unido. La gata perdió a sus gatitos recién nacidos y, por respeto, los oficiales los enterraron mientras la gata los observaba.
Después de ese accidente, los agentes no volvieron a ver a la felina, pero luego de varios meses decidió regresar a la comisaría.
GATA EMBARAZADA ENCUENTRA HOGAR EN UNA COMISARÍA
Por alguna razón, la amigable peluda tenía serias intenciones de quedarse, y los oficiales de policía descubrieron que estaba en embarazo nuevamente. Llamaron a la gatita Molang (que significa: No lo sé), debido a que nadie sabía de donde había llegado o algún dato sobre ella.
Los oficiales estaban dispuestos a ayudar a la gata, por lo que adecuaron una habitación para que pudiera dar a luz cómodamente.
Cuando llegó el momento del parto, los agentes estuvieron pendientes del proceso, y hasta la ayudaron cortando los cordones umbilicales de sus gatitos. Desde que nacieron los pequeños felinos, se robaron el corazón de todos los oficiales del lugar y decidieron cuidarlos hasta que pudieran ser adoptados.
Pero lo que nunca se imaginaron es que todos los gatitos se convertirían en las mascotas oficiales de la estación de policía.
Luego de estar cuidándolos, alimentándolos y jugando con ellos por un tiempo, los agentes decidieron que lo mejor era brindarles un hogar para siempre.
Los gatitos comenzaron a crecer de forma sorprendente, y así mismo comenzaron a ayudar con las labores de la comisaría junto a sus cuidadores. Por lo general, la familia felina acompaña a sus amigos humanos mientras prestan el servicio en la estación, y los oficiales agradecen su contribución.
Estos hermosos gatitos se han convertido en la primera familia de gatos policías del país, y las personas suelen visitarlos para conocerlos personalmente. Molang es una gatita educada y se toma su trabajo muy enserio, tanto, que recibió su propio uniforme para identificarla como miembro de la estación.
El uniforme tiene una placa con su nombre, dándole el reconocimiento que se merece, pues con su buen trabajo parece agradecer a quienes la ayudaron. Sus gatitos no quisieron quedarse atrás y empezaron a demostrar que también eran merecedores de sus propios uniformes, y pronto los obtuvieron.
Ahora, todos los felinos deambulan en la comisaría con su respectivo uniforme, y los habitantes de la ciudad y del país los reconoce como verdaderos policías.
Aunque son muy responsables con su trabajo, también hay tiempo para descansar y, por lo general, convierten todas las cajas de cartón en cómodas camas.
Sacan tiempo para jugar y realizar actividades de gatos, pero lo cierto es que siempre están pendientes de dar amorosas terapias a sus compañeros y visitantes.
Gracias al buen corazón de los oficiales de policía, esta adorable familia felina logró encontrar un hogar para siempre, lleno de mucho amor y atención.