Indigente se acerca a la ventana de una escuela con un cuaderno para aprender a leer y escribir.

Un hombre toma nota en su libreta mientras escucha la clase de una maestra de primera desde la ventana.

La escena emocionó a la docente, que terminó muy conmovida al ver al hombre ávido de aprender aunque no podía ingresar a la clase y a pesar de su edad.

La educación es fundamental para el crecimiento individual de cada uno de nosotros y para la sociedad en general.

Lamentablemente, todavía hay muchas personas que no cuentan con la oportunidad para asistir a la escuela y formarse a pesar de que es un derecho de todos los niños.

Así como el abuelo que apareció en la ventana del salón de clases de la escuela primaria de una comunidad de Filipinas.

Jun de los Santos trabaja en una escuela de Filipinas y decidió compartir en sus redes sociales una anécdota que la dejó conmovida.

Durante varios días, Jun notó que había un hombre asomado a la ventana del salón para escuchar atentamente sus lecciones.
“Sentí a alguien en la ventana. Se escondía un poco. Todos los días aparecía y copiaba lo que veía en el pizarrón”, explicó el profesor Jun.<

Al principio no le dio mucha importancia, pero con el tiempo se dio cuenta de que el hombre parecía tomarse muy en serio las horas de clase.

Cuando era niño no tuvo la oportunidad de formarse académicamente, y consciente de que el conocimiento le ayudaría a salir adelante, entonces tomó la decisión de aprovechar las clases que podía escuchar desde la ventana para aprender.

Acudía diariamente allí con un cuaderno y se esforzaba por tomar nota de todos los temas que se discutían en la clase.

No podía interactuar con los maestros, ni participar en las evaluaciones, pero sí ponía todo su empeño por aprender, bajo el sol, o la lluvia, su prioridad era estudiar.

“Una vez pregunté a los niños si ya habían terminado de copiar y él respondió también”, explicó Jun.

No se trataba de un estudiante y nadie lo conocía. Después de un par de días, la maestra decidió acercarse para hablar con él.

Su aspecto era muy humilde y Jun pensó que podía tratarse de una persona sin hogar.

“Seguro que cuando era niño no pudo estudiar por alguna razón. Merece una oportunidad”, dijo un internauta.

hombre

No había dudas de que era un hombre que había enfrentado un sinfín de dificultades en la vida, pero nada lo detenía en su gran determinación por aprender cosas nuevas.

Jun habló con el hombre durante un par de minutos y le pidió darle un vistazo al cuaderno.

Fue entonces cuando comprobó que la situación de aquel hombre era mucho más compleja de lo que jamás había imaginado.

En efecto, el cuaderno estaba completamente lleno pero de trazos ilegibles, a pesar de ser analfabeta, intentaba interpretar a su manera lo que escuchaba para plasmarlo en las hojas.

El hombre no sabía escribir y no lograba comprender del todo lo que estaba sucediendo.

A pesar de todo esto, había algo que sí tenía muy claro: quería aprender porque nunca antes tuvo la oportunidad.

Jun quedó realmente conmovida con el comportamiento de aquel extraño señor y no dudó en dar a conocer su historia.
Deberían dejarlo entrar como oyente. Se lo merece”, comentó un usuario en las redes.

Ahora, cada vez que puede el profesor intercambia un par de palabras con él y le brinda un poco de comida.

Es difícil imaginar todo por lo que aquel hombre ha debido pasar. Sin embargo, sus ganas de aprender y de seguir adelante son una verdadera fuente de inspiración.

La maestra de Filipinas tuvo sensibilidad y empatía por aquel humilde hombre que se acercó con intenciones de ser un alumno más a pesar de sus dificultades. La historia conmovió a más de uno.

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